Economía
Reducción de impuestos sin impacto social
No solo se trata de una selección equivocada, lejos de la prioridad y oportunidad correctas, además el total de la reducción estimada en 140 millones de dólares durante el año 2023 apenas equivale al 0,9 % de los ingresos tributarios presupuestados.marco flores t.
Para realmente favorecer a los ciudadanos la reducción de impuestos que en la coyuntura requiere Ecuador debe comenzar escogiendo aquellos tributos que como el impuesto al valor agregado (IVA) pagan las personas en sus compras de bienes y servicios. O el impuesto a la renta (IR) cuya disminución directa y favorablemente impacta sobre el ingreso disponible, mejorándolo.
¿La reducción del impuesto a la salida de divisas (ISD) y parcialmente del impuesto a los consumos especiales (ICE) seleccionados por el gobierno ¿mejorará en algo la situación económica de los ecuatorianos pobres y de clase media? ¿Impulsará el crecimiento de la economía con empleo adecuado, mejor salud y educación? ¿Reducirá la inseguridad y pobreza? Claramente no lo hará.
No solo se trata de una selección equivocada, lejos de la prioridad y oportunidad correctas, además el total de la reducción estimada en 140 millones de dólares durante el año 2023 apenas equivale al 0,9 % de los ingresos tributarios presupuestados. Conviene recordar que el año 2021 los migrantes ecuatorianos enviaron al país 4363 millones de dólares que evitaron el colapso del consumo de las familias pobres. El año 2022 la cifra será similar o mayor.
El incremento de impuestos eleva costos de producción que son trasladados al precio de venta de lo producido, pero muy difícilmente la reducción de impuestos como los escogidos se traslada a la gente con menores precios de venta. Adicionalmente los precios son siempre inflexibles a la baja. Lo que previsiblemente ocurrirá con la repentina decisión del gobierno es que proporcionalmente aumentarán las utilidades de los importadores, especialmente.
Pero independientemente de las evidentes consideraciones políticas subyacentes en la decisión del gobierno, ahora mismo, cuando el país y su población aún no recuperan niveles económicos adecuados la prioridad no debía ser reducir el ICE ni el ISD que además en medio de tantas incertidumbres alentará la salida de divisas. Adicionalmente, reducir el ICE a productos que atentan contra la salud de los ciudadanos y la biodiversidad es ir en contravía.
La prioridad económica y social en la coyuntura ecuatoriana para eficazmente ayudar a la clase media y a los pobres sigue siendo reducir el IVA, el impuesto a la renta, o ambos. Sus universos de influencia económica y social son inmensamente superiores al del ISD.
La reducción del IVA o del impuesto a la renta impulsa directamente el consumo total que en Ecuador representa más del 80 % del PIB. Una demanda creciente y sostenida a su vez promueve crecimiento económico con empleo y seguridad.
No solo el sector turismo requiere que se reduzca el IVA en las fechas específicas que señala el presidente en su reciente decreto número 643. Al Menos temporalmente la reducción del IVA debía ser general para toda la economía aunque no simultánea con la reducción del ISD.
Con excepción de la reducción específica, parcial y temporal del IVA para el sector turístico las recientes medidas del gobierno no tendrán el necesario impacto económico y social que podían y debían haber tenido con la reducción de impuestos correctamente seleccionados. La política económica debe tener orientación hacia beneficios compartidos por toda la población porque esa es la esencia del bien común.
