Opinión
Buenos muchachos…
Siguen con la consigna al pie de la letra y lo están logrando. Destruyen todo en su ansiedad por “descorreizar”. Antes había división y respeto entre funciones del Estado. Ahora no. Su mayor aspiración es hacerse del poder total. Si la Asamblea Nacional se atreve a su labor fiscalizadora, la orden es que nadie conteste ni mucho menos asista a rendirle cuentas al país. Y si se les ocurre censurar y destituir a cualquiera de sus pupilos, llámense mayoría del CPCCS y otros, no se arriesgan con cualquier juez, que “buscando con palo de romero” sí hay uno que otro bueno, sino que van directo a La Concordia y con una acción de intromisión, digo de protección, tiran abajo el juicio político de la primera función del Estado, para que sigan nomás sus muchachos como si nada. Razón que hay tan pocos togados con visa, lo dice la Embajada…
Aquí unas memorias: ante las atrocidades de un sanguinario dictador centroamericano, alguien del entorno presidencial gringo comentó que ése era un “hijo de la gran tal”, a lo que el Presidente asintió que realmente era “un hijuetal”, pero aclaró que es “nuestro hijo de la gran tal”. No sé porqué viene a cuento este relato. ¿Será por la suerte que corrió la señora LLori? A la hora de votar y decidir, más que la Ética, pesaron sus relevantes servicios prestados a la gran causa de la descorreización. ¿No es cierto don Shalba? Ya no se distinguen las vistosas tonalidades de la wipala, confundidas con el triste color del oportunismo. Siguen besando la mano del verdugo…
El Celi se siente defraudado y abandonado por quien hizo con él causa común para perseguir, odiar, forjar, someter, atropellar. “Mal paga el diablo a sus devotos”. Ahora le hace preguntas difíciles y comprometedoras que amenazan con tumbar las torres del caso Las Torres. Se declara víctima de infidencias reveladas desde un chat de mensajes que no eran para judicializarlos en su contra, sino para el Lawfare. Enojados los compadres ¿se aclararán las verdades? El man se defiende con uñas y dientes y amenaza también con revelar algunos “pedidos específicos” que le habría hecho la representante de la vindicta pública.
Doña Cynthia se mandó lo suyo. Le ninguneó matemáticamente al régimen, acusándole de no saber las cuatro operaciones. Que le debe hartísima plata, que cuándo le va a pagar, pero que sea lo más pronto, para la campaña, aunque todo el tiempo ella vive en campaña. De lo contrario pierde. Sus temores son tales que se ha visto en la necesidad de cometer la mayor contradicción frente a sus reacciones anteriores contra los indios, a quienes “esa gente” mandó al páramo para que no perturben la paz de Mocolí, con protestas y reclamos a sus gobiernos, llámense del traidor o de estito. Pero ahora, ¡oh sorpresa!, asume la causa de las etnias como suya propia y se dispone a luchar codo a codo con los mashis, eso sí, poquito separados… Lo que hace la demagogia, la politiquería; y sobre todo las últimas encuestas.
La ultra derecha fascista es igual en la España de Vox o por estos lares, además de termocéfala: es machista, ofende y denigra a la mujer, es excluyente y sólo servil a las élites, sobre todo financieras. En Europa están poniéndole en su sitio. Acá, ¿cuándo?