Opinión
“Cómo me dan pena los arrepentidos…
…que amaron confiando en no ser traicionados…” Parodiando al poeta, vemos cómo aumenta el ejército de los decepcionados con un gobierno que utiliza la mentira como símbolo de su gestión. Semana movida en distintos escenarios. En la Asamblea Nacional se tramitó el juicio político a los ex del Consejo de la Judicatura, cuyo expresidente, un tal Wilman Terán, reveló con pelos y señales, tocándose el pecho por la emoción, que fue él quien dictó la sentencia condenatoria por influjo psíquico, después de arreglarla, en contra del presidente Correa; pero que se arrepiente haber cedido a las presiones fiscales y de afuera (¿la embajada?) Recapitulemos un poquito: A Terán le puso en la terna para presidente del Consejo de la Judicatura, Iván Saquicela, quien fungía de presidente de la Corte Nacional de Justicia, en premio a su colaboración para la condena del Mashi Rafael.En el Consejo de Participación Ciudadana fue el consejero Carlos Figueroa, íntimo de Fernando Villavicencio, quien presentó la moción para elegir a Wilman Terán. Entonces señores de Destruye, digo de Construye, háganse cargo de su paquete y no nos vengan con su facha de justicieros que no les queda. Ustedes le eligieron y ustedes quisieron censurarle, como inicio de campaña de la repartidora de hospitales y sacadora de ojos a los compatriotas que se manifestaron en contra de su pelele, el traidor.
Y mientras “resuelven” la paz y prosperidad de esta su ínsula bananera, el Banco Mundial, que es el oráculo mayor de los neoliberales, le asigna al Ecuador un pírrico crecimiento para este año de apenas el 0,7%; o sea que estamos “jodidos” y estancados. Claro que él ya cumplió con todas sus metas económicas, dice que no vino a enriquecerse. ¿Más todavía? ¿Y el país?: destruido y en la miseria. Es fácil presumir de una gran riqueza heredada por generaciones e incrementada por los “buenos negocios”; pero la Patria se desangra, la violencia no cede; y en sus poquísimas palabras sólo hay bronca y desafío a la inmensa mayoría que sufrimos esta dura realidad. Siguen los sesgos y opacidades oficiales, abren un proceso de contratación de una barcaza para mitigar los apagones; pero la dichosa barcaza ya viene en camino antes de firmar contrato. Ya estaría en Panamá, es más, hace un mes habría sido un buque de carga y rápido le adecuaron con torres, alambres y transformadores. El ministro no puede explicar esta “clarividencia”.
Señor presidente, no se ensañe con un hombre secuestrado y sometido, convertido en el trofeo de la persecución y odio. Jorge Glas es inocente, es un asilado político, no merece su estigmatización al punto de proclamar que se acabaron los Glas. No señor, Jorge Glas es un patriota que con Rafael Correa volverán para el segundo capítulo de la Revolución Ciudadana.
Se rumora que el Guarderas prepara una demanda para denunciar la tremenda bajadota de categoría al pobre sol que de astro-rey, la first Lady acaba de degradarle a simple planeta. Qué tal si el sol se cabrea y nos deja de calentar…