«Maldito el sionismo que, de la mano de EEUU y de Europa, han provocado tanto dolor»

Discurso por la muerte del presidente de Irán, Ebrahim Raisi.

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Hermanas y hermanos:

En Teherán, entre ayer y hoy día, miles de personas, en las que se conjugaban el dolor y el amor, salieron se convocaron para rendir homenaje a Ebrahim Raisi, Am tvir Abdullahian y demás miembros de la comitiva del presidente iraní, lamentablemente fallecidos el pasado domingo 19 de mayo de 2024, en un trágico accidente aviatorio.

Este hecho infausto incrementa nuestro sufrimiento provocado por el genocidio que sufre hoy el pueblo palestino.

Siete meses han transcurrido ya desde que los militantes de las resistencias palestinas emprendieron en esa colosal tarea de liberar a Palestina del criminal régimen colonial sionista impuesto desde 1948, con la venia de las NNUU.

Nada ha sido sencillo, nada ha sido fácil desde entonces en esta lucha contra un enemigo cruel, despiadado, fanático, dispuesto a todo con tal de preservar las tierras ocupadas y usurpadas.

Solo la preparación militar adecuada, los conocimientos y capacidades en diversos campos y, sobre todo, la convicción profunda de luchar por algo justo, unida al profundo amor por su historia, su cultura, su gente, han permitido a los muyahidines enfrentar a las bestias inhumanas de la entidad israelí.

Hemos visto, con impotencia y con mucho dolor, el sufrimiento al que se han visto sometidos nuestros hermanos palestinos.

Para las niñas y los niños palestinos, este tormento ha sido mayor, porque han perdido a sus padres, han visto la destrucción de sus hogares, de sus escuelas, el asesinato de sus amigos, la muerte de sus mascotas, el destrozo de sus juguetes, la amputación de sus extremidades, la pérdida de sus ojos y de la vida misma.

Maldito el sionismo que, de la mano de EEUU y de Europa, han provocado tanto dolor.

Así han transcurrido no 225 días, sino 76 años de esta infamia.

Pese a todo esto, Palestina no ha sido doblegada.

Aún después de que 75 mil toneladas de bombas han sido lanzadas por los criminales del ejército israelí, equivalentes a dos bombas atómicas, Palestina, no solo  resiste, sino golpea y propina derrotas a los cobardes ocupantes.

En esta lucha, la patria del gran Ghassan Kanafani, no está sola.

Los pueblos del mundo han levantado su voz para solidarizarse con Palestina y sus resistencias en las calles, plazas, universidades en distintos países del mundo.

En este proceso doloroso para ver renacer a una Palestina libre y soberana, Irán ha jugado un papel fundamental. Qassam Soleimani, Ebrahim Raisi, Amir Abdullahian fueron ejemplo de solidaridad combativa.

Sin su apoyo, la realidad, debemos decirlo con claridad, sería otra.

Irán, un país extraordinario, con una historia milenaria impresionante, cuna de una de las civilizaciones más espectaculares, alcanzó su verdadera independencia el 11 de febrero de 1979 cuando triunfó la Revolución Islámica.

De aquel momento hasta acá, Irán, pese a las dificultades, ha alcanzado un desarrollo importante en varios campos, de los cuales hoy quiero destacar uno muy significativo, que tiene que ver con la formación de seres humanos con valores profundos, resultado también de la comprensión y práctica consecuente del islam.

Y es aquí donde hago mención nuevamente a la figura del presidente Ebrahim Raisi, un hombre ligado a su pueblo, preocupado por las necesidades de la gente e implicado de lleno en el desarrollo del país y, además, solidario y consecuente en la práctica con la lucha de Palestina por su liberación.

Un trágico evento ha provocado la muerte del presidente Iraní y de otros hombres valiosos.

Su existencia física se ha detenido, lamentablemente, causando un profundo dolor en el pueblo iraní, expresado en las masivas manifestaciones que acompañaron el cortejo fúnebre en Teherán para rendir honor a nuestros queridos hermanos.

Así la muerte nos da un golpe.

Pero el dolor se aplaca, cuando aquellas personas dejaron una huella profunda a lo largo de su existencia por la noble tarea que cumplieron para servir a la nación.

Decía Alí Primera, cantautor venezolano, que los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos.

Ni Ebrahim Raisi ni Amir Abdullahian pueden entonces llamarse muertos.

Concluyo rindiendo honor a estos hombres de honor y junto a ellos a todos los mártires palestinos, porque como decía el héroe de la independencia de Cuba, José Martí, amor con amor se paga.

Quito 22 de mayo de 2024

Dax Toscano Segovia