El odio pierde terreno

La primera intención de los perversos fue interrumpir el proceso electoral, luego del atroz magnicidio que desató la furia fermentada de los odiadores, con acusaciones infames que luego les estalló en la cara, cuando la familia de la víctima presentó una grave denuncia por asesinato en la figura de omisión dolosa, en contra del Presidente Lasso, el Ministro Zapata, el Comandante General de la Policía, el Director de Inteligencia de la Policía y el Director del operativo de seguridad y protección. La “viuda” de Destruye, digo de Construye, está obligada a compartir la herencia política con los de “Gente Buena” que, como un virulento marinerito, le niegan ese derecho. La conmoción nacional que produjo ese doloroso hecho de sangre provocó la solidaridad en votos que llevarán a la próxima Asamblea Nacional una considerable bancada a nombre de la sacadora de ojos…

Los pupilos del traidor y del banquero que procuraron durante toda la campaña negar a sus mentores y más bien les criticaron y culparon de todo, aprovechando que los interfectos son dos fósiles en descomposición, recibieron su merecido castigo por ingratos y malagradecidos, por negar a su propia matriz politiquera neoliberal, privatizadora, elitista y acaparadora. Por allí el cachorro, pese al descalabro de su mercenario, salvó los muebles con su pucho de Asambleístas y pare de contar. Al chistosito le mandaron a jugar vóley y a tomar “mishquitullito”. Al tiktokero ni para los tabacos. Pero ya amanecieron muy comedidos y listos para entrarle al pastel del segundo finalista, sin haber entendido que un eventual apoyo le perjudicaría, por andar en malas compañías, aunque en el fondo sean harina del mismo costal empresarial y reaccionario. Por ahora Daniel Noboa se cuidará de que le vean juntos, mintiendo siquiera…

Luisa González llevó una campaña admirable y ejemplar, con una firmeza y fortaleza que confirma sus convicciones humanistas, revolucionarias y progresistas. Con el auspicio de un Correísmo vigente y creciente, hoy tiende la mano a todos los que nos vieron construir la utopía de un estado de bienestar, del sumak kawsay, que subyace en la legítima aspiración de las multitudes como un derecho irrenunciable y cristiano. Los empresarios engrosan sus insultantes fortunas con la evasión tributaria e incentivos que se conceden mutuamente entre élites. Nunca la derecha política y económica ha renunciado a su afán de acumular plusvalía, en pro de un acto de solidaridad con la inmensa mayoría de pobres y miserables. Tienen tan gruesa la piel que no se inmutan ante la criminal desnutrición infantil y toda la injusticia social que provocan sus políticas egoístas y excluyentes.

Vamos a la segunda vuelta con la esperanza renovada y fortalecida por el evidente incremento de votos y de pueblo que recuerda y fue beneficiario de la Década Ganada de la Revolución Ciudadana. Alguien con tradición explotadora, heredero de la más grande fortuna del Ecuador, no hace otra cosa que regalar alguna cosita como argumento de su campaña. Reciban nomás; pero voten por LUISA y ANDRÉS.