Opinión
El Chocó Andino
El domingo 20 de Agosto los ecuatorianos concurriremos a las urnas a fin de decidir el futuro inmediato en cuanto se refiere a los destinos del país con la elección de presidente o presidenta de la nación, legisladores que integrarán la Asamblea Nacional y dos consultas a todos los ecuatorianos la primera y la segunda a los habitantes del cantón Quito; la consulta de carácter nacional se refiere al Yasuní, una zona de la región amazónica con una notable biodiversidad en cuanto a fauna y flora se refiere. además ser la casa de pueblos ancestrales no contactados, la otra consulta se ocupa de la zona geográfica conocida como el Chocó andino que incluye varios y variados espacios del cantón Quito.
Esta consulta coloca a los ecuatorianos en la disyuntiva de escoger entre la explotación petrolera en el caso del Yasuní, la explotación minera en el Chocó andino o la conservación tal cual son con su vegetación de tupida selva o de un bosque húmedo. Los partidarios de la explotación petrolera y minera ponen sobre la mesa las millonarias ganancias que tanto el petróleo como las riquezas minerales representan para el país, indican que aquello se traduce en educación, salud, empleo, desarrollo para los habitantes de las regiones en las cuales se practicaría la explotación de estas riquezas. Quienes defiende la conservación de la selva en el oriente y el bosque húmedo en las cercanías de Quito manifiestan lo inconveniente de facilitar la destrucción de bosques y selvas y el duro precio que deberán pagar las generaciones presentes y futuras por semejante depredación.
En el caso específico del Chocó andino conviene mencionar que el nombre viene de un paisaje similar colombiano que se encuentra ubicado precisamente en el departamento del Chocó, ello dio origen a denominar similares ecosistemas de la cordillera de los Andes con ese nombre para identificar una zona de características singulares. Al noroccidente de Quito tenemos esta zona que comprende sitios de turismo que permite observar la belleza y bondades de este paisaje el cual comprende tanto especies vegetales como fauna andina; la población de Mindo es precisamente un paraje que permite observar aves andinas como los colibríes, apreciar una inmensa variedad de mariposas, disfrutar de corrientes de agua prístina y saborear la singularidad de una zona húmeda y a ratos neblinosa que no tiene paragón.
La conservación de zonas verdes pobladas de bosques, arbustos y pastos nativos permite la absorción de agua tan esencial para la vida humana, buena parte del agua potable que consumen los quiteños proviene de estos humedales que se encuentran al noroccidente pero también en regiones similares como el valle profundo de Lloa, la más extensa parroquia rural del cantón, ubicada al sur occidente de la capital. Otra abundante fuente de abastecimiento de agua proviene de la región de Papallacta ubicada en la cordillera oriental de los Andes, con unas características similares a toda la región del Chocó andino.
De manera tal que la opción minería o chocó para los quiteños no es una disyuntiva que amerite un mayor estudio y datos, se refiere simplemente a decidir a favor de la naturaleza, de los bosques, de la esencial agua que sirve a la agricultura pero particularmente a la vida humana con la potabilización de la misma lo cual permite la sobrevivencia de aproximadamente tres millones de personas que están poblando la ciudad de Quito y sus alrededores.
Esta zona geográfica está localizada en el occidente y noroccidente de la provincia de Pichincha, en parte de los cantones Quito, San Miguel de los Bancos y Pedro Vicente Maldonado. Ocupa una superficie de 2.868,97 Km2 lo cual representa aproximadamente el 30 % del área total de la provincia; incluye las parroquias de Lloa, Nono, Pomasquí, San Antonio de Pichincha, Calacalí, San José de Minas, Nanegalito, Nanegal, Gualea, Pacto y Mindo. Tiene una altura que varía desde los 500 hasta los 4.784 metros sobre el nivel del mar.
A fin de tener una idea de la importancia de esta biosfera los científicos dicen que cada hectárea del bosque de esta biosfera es capaz de absorber hasta 250 toneladas de carbono, renovando el aire que respiramos. Es una zona donde se producen frutas tropicales, lácteos, caña, cacao, café de exportación. orquídeas, bromelias, tilapia, palmito.
En julio del año 2018 fue declarada por la UNESCO como reserva de biosfera, convirtiéndose en la séptima de nuestro país en obtener tal declaratoria del organismo de las Naciones Unidas.
Sobran las razones para votar a favor del mantenimiento de esta zona de enorme biodiversidad y verdadero pulmón tanto de la ciudad de Quito como de otros centros poblados que se encuentran en su territorio. En la consulta del 20 de agosto se pide que todos los habitantes del cantón Quito se decidan entre la vida manteniendo la belleza de una región andina de enorme contenido y significación para las actuales y futuras generaciones o se inclinen por la extracción minera que daría pan para hoy y hambre para mañana.
Esta es la opción de quienes defienden la conservación de la naturaleza tal cual la tenemos con toda su riqueza y variedad. Tenemos la obligación de saber más, informarnos de mejor manera para que el voto sea un acto de conciencia y no una simple obligación que impone el sistema democrático.