“Yo sí le dije…”,

…salida floja del banquero, ante la crisis de los apagones provocados por causa del abandono al mantenimiento e inversiones que no hizo en su gobierno, pese a la existencia del Plan Nacional de Electricidad, pues buscaba destruirlo para bajarse la siguiente cifra de la PRIVATIZACIÓN con la que sueña la derecha libertaria. Lo dijo el indeseable Santos Alvite. Como si fuera la vecina que aconseja a la de a lado, ese “yo sí le dije” nos suena a lavado de manos encharcadas en el informe “León de Troya” que misteriosamen le cambiaron al de “crimen organizado”, para esconder vínculos con la mafia albanesa. Y cuando su mentor, inspirador y súper cuñado es condenado, pone distancias y le dice “es su problema”. Él no hizo nada para prevenir la destrucción del sistema energético y el sucesor “le ayudó” intencionalmente a rematarlo. Su gobierno fue tan nefasto como el del traidor; y con el que sabemos, por ahí van…

Qué fijación con la vicepresidenta. La ministra que tramita el sumario administrativo cuyo abogado, al momento de citar la norma legal que fundamente la sanción de suspensión a la señora Abad por 150 días, pierde el habla, se queda mudo; y ante el pedido de la jueza para que responda en derecho, se da las vueltas, se sale por la tangente y otra vez mudo. La togada en vez de concluir la audiencia declarando nulo el acto administrativo y la dichosa anción, lo difiere hasta que la interesada presente fuera de término un buen fajo de fojas. Ojalá que no salgan con su domingo siete. De inmediato entra en escena el refuerzo de la cantera de los Aparicio y de los Félix Wong, sólo que con barba; y pese a ser abogado, dice que van a acatar la decisión judicial pero que no la cumplirán, para no permitir que la segunda mandataria se siente un segundo en el solio. ¡Qué democráticos!, hacen lo que les da la gana. Alegan que dizqué va a indultar a los correístas. Correa ha declarado reiteradamente que jamás aceptaría un indulto porque es inocente; y Jorge Glas es un perseguido político con estatus de asilado diplomático.

Las mentiras tienen patas cortas. Cortísimas, cuando el comandante de la Policía le desmiente en su afirmación de que en Ecuador hay 2 mil hectáreas de cultivos de coca, diciendo que son apenas 7 has que son destruidas por FFAA, dejando al descubierto otra mentira. Otrita: que en diciembre se acaban los apagones, si no es así, se pega un tiro. No queremos que haga eso; la ciudadanía anhela que, aunque tarde asigne los recursos para superar la dura emergencia de los apagones que le cuesta al país 7.500 millones de dólares. Sufrimos una crisis total, la inseguridad y violencia se agudizan en calles, plazas, caminos y cárceles. El mundo nos mira como el país más peligroso de la región. Esta lacerante realidad no se arregla con propaganda pautada. Ratifica el IVA al 15% para 2025 y baja a cero el ISD, es decir carga con un impuesto indirecto que grava el consumo y premia la salida de divisas. Además, pretende imponer inconstitucionalmente la ley “antipillos” que crea impuesto a la compraventa de vehículos usados, cuyos flujos son de dudoso origen; y con una transitoria quiere perdonar tributos en firme a los pelucones, incluida la sagrada familia. Lo dicho: si gobierna la trinca empresarial neoliberal, vienen a hacer buenos negocios. Si el poder pasa a manos del pueblo, entonces si tendremos esperanza. La solución está en nuestras manos y en democracia.

Una universidad de garaje está vendiendo de ocasión títulos honoris causa. Aprovechen, ya adquirió uno el Galo Lara de Quinsaloma. En contraste, Netflix estrenará a principios del próximo año un documental sobre el LAWFARE y la sentencia por “Influjo Psíquico” que escandalizó al foro mundial, elaborado por académicos, que muestra la verdad de ese mamotreto nacido de las entrañas de los odiadores para perseguir a Rafael Correa.