Imam Jomeini, padre fundador de la República Islámica de Irán

En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso

Este 4 de junio se recuerda en toda la República Islámica de Irán el legado del Gran Ayatolá Sayyed Ruholá Musavi Jomeini, quien pasó a la posteridad como el Imam Jomeini y fuera el líder de la Revolución de 1979 y padre fundador de la República Islámica de Irán.

En la historia contemporánea de Irán no se registra un día más triste que el del fallecimiento del Imam Jomeini, en el cual, millones de iraníes con los corazones rotos y los ojos llenos de lágrimas despidieron a su Comandante, quien logró salvar al pueblo iraní del yugo del régimen autoritario, dictatorial y de una dinastía monárquica corrupta, y puso fin al dominio de las potencias extranjeras, especialmente los Estados Unidos.

En 1963 se produjeron protestas en el país luego que fuera arrestado tras pronunciar un discurso histórico en la ciudad santa de Qom, en el cual criticó la “ley de capitulación” que concedía inmunidad a los estadounidenses en suelo iraní.

Jomeini estuvo exiliado durante muchos años en países como en Iraq, Turquía y Francia, desde donde lideró un movimiento con el cual derrocó la monarquía Pahlavi de Irán, aliada de EEUU, y allanó el camino para la caída de ese sistema de gobierno con la Revolución Islámica de 1979. En ese año, pudo retornar a Irán y, tras la huida del Shah, en medio de manifestaciones populares, pudo encabezar la victoria popular dl 11 de febrero de 1979.

Con 87 años, el Imam dejó de existir físicamente en 1989, dejando para su pueblo una obra basada en la lucha contra la monarquía, la explotación y el despotismo de las potencias mundiales.

A él se le debe la creación de la República Islámica de Irán, un nuevo sistema político basado en principios democráticos y religiosos auténticos de la nación persa, sin copiar patrones políticos del capitalismo de Occidente ni del comunismo de Oriente.  

En 10 años, el Imam Jomeini estructuró con gran éxito este novedoso sistema político, cortó la influencia externa de los enemigos del país y la conspiración de las grandes potencias que intentaban desintegrar a Irán. Afrontó con su liderazgo la guerra impuesta por el dictador iraquí Saddam Hussein contra Irán durante 8 años. Además, fortaleció las bases políticas y jurídicas del país, es decir, en poco tiempo logró dirigir el barco de la Revolución hacia la orilla de la estabilidad y la seguridad, a pesar de las turbulentas olas de los complots.  La planta que él sembró en 1979 en Irán, hoy en día se ha convertido en un árbol robusto y frondoso, el mismo que, con el apoyo de Dios, ninguna tormenta será capaz de inclinarlo. 

El Imam Jomeini enseñó a todos los luchadores por la libertad la lección de resistencia, sacrificio y humanidad, así como también demostró que la clave del éxito frente a los excesos de los poderes dominantes se resume en: la unidad entre las fuerzas revolucionarias, basada en la verdad y la justicia, dejando de lado las diferencias. Entre sus méritos está el haber impregnado la dignidad al pueblo iraní y elevado el nivel de desarrollo político, económico y social del pueblo iraní y en poco tiempo transformó a Irán de una nación dependiente a un país independiente, avanzado, determinante e influyente. cHoy en día, el legado que él dejó se ha convertido en un ejemplo exitoso de la resistencia, progreso y soberanía para todos los países.  

Con su avanzada edad puedo conducir a la nación y enfrentarse a los enemigos de nuestro país al poner en evidencia su accionar, en particular la doble moral de Estados Unidos.

A su honor, en Irán cada año tiene lugar una ceremonia de conmemoración en el Mausoleo del Imam Jomeini en el sur de Teherán, con la participación de multitudes que recuerdan su legado.

Por: Ahmad Pabarja, Embajador de la República Islámica de Irán en Ecuador, en ocasión del aniversario 34 de la desaparición física del Imam Jomeini.